miércoles, 10 de junio de 2009

Almunian (V y VI)

Cantar V, del rey Vino y su petición

Llegarón las hazañas de mi señor a oidos del mismo rey Vino, que mandó traer ante si a tan audaz y hábil grupo de ladrones. No le fue difícil a la guardia apresar a mi señor, pues ya se encontraba débil tras varios dias de fiesta en las tabernas de Delicias. Le apresaron a él y a lresto de compañeros, llevándolos al gran palacio del rey, en Sergia.

Y asi, una vez en la sala del trono, rodeados de guardias, el rey les habló de esta manera:

  • Señores, según la ley de estas tierras yo debería hacer que os cortasen las manos por ladrones, - Glausus hizo unamueca de desagrado al oir esto - más sois vosotros los unicos quehan entrado alguna vez e una torre del Santísimo y habeis salido para contarlo. Por ello precisamente quiero contar con vuestros servicios.

Se quedáron atónitos al oir esto, más Wilfrey rompió el silencio con la pregunta que estaba en boca de todos:

  • ¿Por qué?

El rey se recostó en el trono, con la mirada triste. Suspiró un momento y empezó a relatar:

  • Como podeis saber, tengo una hermosa hija. - dijo el rey, mientras señalaba con orgullo el retrato de la hermosa princesa Ajai, al otro lado de la sala - Más los gilis han conseguido, mediante encantos y engaños, que ella se someta a su voluntad, coaccionándome asi con volverla en mi contra. Hace sólo unos dias, al negarme a apoyarles para sojuzgar Manuelville, se le llevaron a su Catedral-Palacio. Allí esta medio huesped, pues va por su voluntad, medio presa, pues su voluntad ya no es suya.

Habló entonces el caballero a la siniestra del rey:

  • Se cuentan rumores de que esos miserables prentenden casarla con el canónigo Fernandez para asi pretender al trono ¡Rompiendo nuestro compromiso! - Pues quien hablaba no era otro que el caballero Matulín, favorito del rey y prometido de Ajai.
  • ¡Calma Matulín! - interrumpió el rey - ¿Aceptareis entonces mi proposición, aventureros? - pregunto al grupo de mi señor - ¿O por el contrario preferireis ser tratados como ladrones?

La respuesta, como era de esperar en hombres de honor como aquellos, fue afirmativa. Partirían entonces hacia el castillo-catedral y se llevarían a la princesa, aún fuese en contra de su voluntad.

Pusiéronse en marcha al dia siguiente, avanzando de noche y campo a través. Asi cruzaron las praderas santas, evitando las guarniciones de soldados que custodiaban los caminos y los prodigios voladores
[1], que no estaban hechos para vigilar de noche. De tal manera que, a la tercera noche, llegaron a la puerta de servicio de "El que bate las yemas para el cocinero que hace pastelillos de nata para los recogedores de juguetes de los Pichin's".

Esta puerta, si bien era de las menos importantes, bien medía sus cuatro varas de alto por dos de ancho, decorada con ángelotes de plomo y efigies del Santísimo. Tal era la magnificencia de aquel primer palacio que aún les quedarían dos dias de marcha cruzadas aquellas puertas, pero esta la harían bajo las interminables cúpulas de la Catedral-Palacio
[2].

Cantar VI, de las maravillas del Palacio-Catedral

Disfrazados con los mismos trajes con los que habían robado en Pito-Piturra recorrieron las interminables estancias y pudieron comprobar las muchas y barrocas maravillas de aquel lugar.

Los techos, que se alzaban a diez varas del suelo, muchas veces eran bóbedas de cañón hechas de cristales coloreados, apoyados estos en finas barras de acero. En algunas avenidas-Pasillo, las vigas centrales albergaban carriles por los que resbalaban arneses de cuero. De estos iban colgados Pichin's que recorrian asi la Catedral-Palacio, tirando polvo brillante desde lo alto, "brillantina" lo llamaban.

Por el dia, la luz entraba a raudales por las Vidrieras-Techo, iluminando las calles con sus colores. De cuando en cuando una clarabolla abierta dejaba pasar el aire, o encontraban un claustro interno, normalmente rodeando una fuente. En su camino, aún llegaron a encontrarse pequeños parques de arboles exoticos, que eran regados mediante cañerías que aprovechaban el agua de las lluvias acumulada en los interminables techos.

Más no penseis que estas calles eran simples pasillos gigantes entre paredes desnudas, pues en donde un castillo normal estarían las estancias en el palacio catedral se encontraban innumerables casas, cada una con su propio estilo y recargada de decoración a su manera.

Algunas eran simples lugares de reposo u oración, que contenían dormitorios comunes o pequeñas capillas según el caso, pero también habia muchas otras, tales como posadas, orfebrerías, talleres, caballerizas y otras que aqui no referire por falta de tiempo y conocimiento. Estas no tenían nada que envidiar a sus mejores hermanas de Sergia, Astol o Alegría. Incluso había pequeñas posadas de no-gilis, destiandas unicamente a albergar, y separar, a los "Xenos" o extranjeros o a algun gili que les acompañase. Allí descansaron nuestro héroes, a salvo de ser descubiertos.

Asi mismo, las calles estaban divididas en tres terrenos: dos con baldosines, de tres varas cada uno a cada lado de la avenida. Por estos pasaba la gente normal y, en algunas plazoletas, se extendía hasta las ocho varas para dejar camino a los numerosos puestos ambulantes de bisutería o comida.

El del centro, cubierto de hierba, estaba destinado a los xenos y a los caballos, siendo impuro pisarlo para los adoradores del santísimo si no contaban con la bula requerida. Wilfrey, que había estudiado las costumbres Gilis, les llevó por éste, pues conocía de la diligencia de estas gentes y sabía que eran tan creyentes y confiados que ningún gili se plantearía que estaban pisando terreno impuro sin bula.

De esta manera llegaron al fin al "Salón del trono de los Lunes de Germinal y los Martes de Vendimiario, bendecido por que allí estuvo un Pichi'n que habia chupado una pirula que el Santísimo había iluminado con su presencia por sonreir al pasar a su lado", donde se encontraba Pichurri Alamoda, dictaminando las normas de vestir del próximo año para los gilis.


[1] Distintos son los orígenes que se le dan a estos artefactos, las tesis de Pacowsky defienden que fueron inventados por una antigua civilización, y los gilis aducen que ellos fueron sus creadores. Sea cual fuere, las "Zapatillas voladoras" como se les llegó a llamar, han sido el invento mas prodigioso enmucho tiempo. Aunque de ello hablaré mas detenidamente en otros textos.

[2] Nos referimos, claro esta, al antiguo palacio del Santísimo; al actual, que aún se encuentra en construcción, le falta mucho para hacer sombra a aquela primera maravilla

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