La tormenta se acerca,
los relámpagos culebrean tras de mi
en negras nubes que gestan la tempestad.
Por las calles vacías
el viento arrastra el olor a lluvia
y la noche cae, más fría y oscura a cada paso.
Camino sin prisa
en los aledaños del temporal
disfrutando de la ciudad solitaria.
Regreso a casa y,
cobijado en el portal,
hecho un ultimo vistazo.
Huele a repiqueteo de lluvia al dormir,
a noches frescas de verano;
huele a expectación,
huele a mi infancia.
Bonito.
ResponderEliminarEntiendo y sé a que te refieres.
Me pierdo en divagaciones al leerlo...
¿Te acuerdas de cómo surge la vaca forense?
:)
Bravo!
ResponderEliminarAnónimo es un gran fan mio ¬¬¡
ResponderEliminar¡Poeta!
ResponderEliminarGracias caballero (^^,)
ResponderEliminarprecioso, una obra maestra, ^^
ResponderEliminarGracias cuñao!
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